El marinero que tomó una decisión

Ayer 13 de mayo de 2018 fue un día memorable en varios sentidos, tanto positivos como negativos; fue el día en que me fue dada mi última borrachera, mi último autoengaño alcohólico, mi última resaca; también fue el día en que a través del dolor y en medio de la angustia y la confusión pude plantearme con honestidad y objetividad durante un momento de lucidez mi situación actual y darme cuenta de lo cerca que estoy del abismo, de que he estado demasiado tiempo viviendo según una serie de mentiras que poco a poco y sin darme cuenta me han ido arrastrando a una situación cada vez mas delicada, que ya no queda margen de error y que es hora de tomar una decisión fundamental para el resto de mi vida.

Otras veces he abordado la nave en busca de mi territorio 0’0 pero he desertado como un cobarde a las primeras tempestades; pero en esta ocasión la deserción ya no es una opción, este barco es mi única posibilidad de salvación, y estoy aquí para plantarme en cubierta y afrontar cualquier lucha sin esconder nunca más la cara, sin recurrir a consuelos falaces como el alcohol y con esperanza. Aquí voy vida, estoy listo para vernos cara a cara, estoy listo para tus lecciones y para tus respuestas, para leer tus mensajes secretos, la duda se ha ido y espero viento favorable.