Sientes que necesitas tomar una penúltima copa, tómala ahora, … pero asegúrate de estar sobrio cuando leas estas instrucciones.
1. No pienses: «¡No debo volver a beber una copa nunca más!».
Eso te crearía la sensación de privación. Intenta empezar con una sensación de: «¡A que maravilloso! ¡Mi vida ya no está dominada por el ALCOHOL!».
2. Habiendo tomado la que sabes es la decisión correcta, NUNCA JAMAS cuestiones esa decisión.
Esa es una de las diferencias fundamentales entre EASYWAY y el método de la fuerza de voluntad. La dificultad de dejar de beber reside no en los dolores físicos de la abstinencia sino en seguir ansiando mentalmente tomar una copa.
En algunas decisiones resulta difícil valorar los pros y los contras. ¡Pero no hay ningún pro en beber ALCOHOL!
Si empiezas a cuestionar tu decisión empezarás a ansiar una copa. Te sentirás desgraciado y privado si no te tomas una; y te sentirás aún más desgraciado si te la tomas. En cualquiera de los casos, estarás perdido si empiezas a dudar de tu decisión.
3. No intentes, repito, no intentes evitar pensar en el hecho de que ya no bebes alcohol.
Deja que te demuestre lo inútil que es intentar dicho ejercicio. Me gustaría que no pensaras en un enorme elefante rosa. ¿En que has empezado a pensar? Es imposible no pensar deliberadamente en algo. Es como preocuparse por no puedes conciliar el sueño por la noche; cuanto más te preocupes por ello, más garantizas no poder dormir.
En cualquier caso, no hace falta no pensar en ello. No está sucediendo nada malo. Al contrario, está sucediendo algo maravilloso. Lo que importa es lo que estés pensando.
Si estás pensando: «Me encantaría tomarme una copa» o «¿Cuando sere libre?», te sentirás desgraciado. Si lo que piensas es: «¡EUREKA! !YA SOY LIBRE!», te gustara pensar en ello, y cuanto más pienses en ello, más feliz te sentirás.
4. Debes ser consciente de que, durante algunos días, habrá un pequeño monstruo dentro de tu cuerpo pidiendo que lo alimentes.
Registrarás la sensación como un sentimiento de vacío o de inseguridad, o sencillamente como la sensación de «¡Quiero una copa!». Sea como sea, no te preocupes.
Recuerda, eso es lo que has estado sintiendo desde que caíste en la trampa y es tan leve que la mayor parte del tiempo ni siquiera somos conscientes de que nos está ocurriendo. Pero debes ser consciente de que el pequeño monstruo existe y de que pronto morirá.
Piensa en ello de esa manera. Imagina que el monstruo es un pequeño gnomo que llevas en el hombro, que rodea tu cuello con su piernas y cada vez aprieta más fuerte, exigiendo una interminable cantidad de alcohol. El que depende del alcohol es el, no tu. Cuando te hayas dado cuenta de eso habrá perdido el poder que tiene sobre ti y la situación se habrá invertido.
Ahora eres tú quien lo controla a él. Le vas a matar de hambre y vas a disfrutar con su agonía.
5. No te preocupes si de vez en cuando olvidas que has dejado de beber.
Eso no quiere decir que puedes echar un trago de vez en cuando. Esa sensación de «¡Quiero una copa»! puede estar causada por la agonía de muerte del gnomo,o simplemente porque hayas olvidado que tienes que dejar de beber. No la confundas y dudes de tu decisión. Es algo parecido a cuando te compras un coche nuevo. El intermitente está donde estaba la bocina del anterior. Estoy convencido que los fabricantes lo hacen a propósito. Durante unos cuantos días pones el intermitente cuando lo que quieres es hacer sonar el claxon. Todos los demás conductores piensan: «¿Por que esta sonando el claxon? ¡Ese idiota está girando a la derecha y ni siquiera pone el intermitente!».
Me enorgullece decir que nunca me meto en follones cuando estoy conduciendo. Solo he tocado el claxon en una ocasión, cuando un motorista me cortó el paso. No salió ningún sonido; en su lugar, me cegó el agua que salpicaba la luna del coche. El incidente por sí mismo no fue nada grave, pero ahora, cada vez que me cortan el paso, tengo que aguantar la broma de Joyce: «Mojale, Carr».
Lo que quiero decir es que se necesita algún tiempo para ajustarse, pero no hay motivo para preocuparse. Yo no quería limpiar la luna, solo quería poner el intermitente. Puede que en los próximos días sientas esa sensación de vacío o de desear una copa. Si eso ocurre, dale la vuelta inmediatamente.
Recuérdate a ti mismo: «Esta es la agonía de muerte del gnomo que tengo en el hombro. Es lo que he sufrido durante mis años de bebedor. ¿A que es maravilloso? ¡SOY LIBRE!. De esa manera esa sensación se convierte inmediatamente en un placer. Crea el hábito de hacer justamente eso durante estos próximos días. A menos que lo hagas, empezarás a dudar de tu decisión.
Recuerda que cualquier tipo de problema que se te plantee en los próximos días no se debe a que hayas dejado de beber, sino a que empezaste a beber. Los no bebedores no tienen esos problemas. Se necesita tiempo para adaptarse a cualquier alteración importante de tu vida, como una casa nueva,un nuevo trabajo o un nuevo coche.
Puede que en los próximos días te sientas un poco raro o desorientado, pero no te preocupes por eso, pronto te adaptarás. Si empiezas a preocuparte por ello te crearas una fobia y nunca te adaptarás.
6. No esperes a convertirte en un no bebedor.
Uno de los principales problemas del método de la fuerza de voluntad es que nunca estás seguro de haberte liberado. De hecho, los alcohólicos en «recuperación» creen que jamás serán libres para siempre. Están esperando no volver a empezar a beber. Están esperando que algo no ocurra. Eso no hace más que confirmar que viven en la duda. ¿Cómo puedes estar seguro de cuando eres libre?
¡Es fácil! Limitate a seguir las instrucciones, y una de las instrucciones es que seas consciente de que eres libre en el mismo momento en que te acabas la última copa. «Ve dia a dia» es un consejo sin sentido. ¿Podrías hacerlo de otra manera? Tan solo es parte del método de la fuerza de voluntad: «Ni siquiera pretendas enfrentarte a pasar el resto de tu vida sin alcohol, enfréntate a ello día a día». ¡Que perspectiva tan sombría! La vida es maravillosa.
Recuerda que no has renunciado a vivir. No has renunciado a nada. Has pasado gran parte de tu vida en la cárcel. ¡No desperdicies ni un días más!».
7. Acepta que, como todos, bebedores, no bebedores y ex-bebedores, tu también tienes días buenos y días malos.
También los tienen las personas que han dejado de beber. Si el alcohol realmente pusiera contenta a la gente, los bebedores nunca se sentirían desgraciados. Cuando la gente deja de beber, tiene la manía de echarle la culpa de todo al hecho de que ya no bebe.
Con eso lo único que consigues es empezar a dudar de tu decisión, y añorar una situación que nunca existió. Debes ser consciente de que el tiempo corre a tu favor, nadie puede impedir que escapes.
Cada día que pasa te sentirás más seguro, más feliz, más sano y más rico. Pero no te pases la vida deseando. Si es un buen dia, disfrutalo a tope. Si es un dia malo, recuérdate a ti mismo que sería mucho peor si siguieras bebiendo.
8. Se consciente de que eres tu quien esta en control del ansia y no a la inversa.
Las preguntas que me hacen con mayor frecuencia son: «¿Cuanto tiempo se necesita para que muera el pequeño monstruo?» y «¿Cuando desaparecerá el ansia?». No es posible determinar cuándo ha muerto el pequeño monstruo porque esa leve sensación de vacío no se distingue del apetito normal o del estrés normal. Esta es una de las razones de que los bebedores que usan el método de la fuerza de voluntad nunca esten seguros de cuando son libres. Mucho tiempo después de que haya muerto el pequeño monstruo, su cerebro malinterpreta el apetito el estrés normal como, «Quiero una copa». La cuestión es que la sensación es tan leve que no tienes porque preocuparte. Para nuestra comodidad he dicho que el pequeño monstruo ansia el alcohol.
En realidad, el pequeño monstruo nunca ansia el alcohol como tu cuerpo no ansia la comida. Tu cuerpo simplemente se limita a enviar una sensación de vacío a tu cerebro. El cerebro es el único que puede ansiar algo. En algún momento del futuro cercano o lejano tu cerebro quizá diga: «Necesito una copa». SIGUES CONTROLANDO LA SITUACIÓN.
Da igual que ese pensamiento lo haya creado el pequeño monstruo, el hecho de que olvidarás temporalmente que ya no bebes o cualquier otro motivo,tu sigues teniendo el control. Eres tú quien elige, puedes recordar que te has liberado de la pesadilla o empezar a lloriquear por una copa.
9. No llores la pérdida.
Si muere un amigo o un familiar, tienes que pasar por un proceso de duelo. Da igual lo dolorosa que sea, el tiempo curara la herida. La vida sigue, pero esa herida nunca cicatrizará del todo. Los bebedores viven un trauma parecido cuando intentan dejar de beber utilizando el método de la fuerza de voluntad. Saben que les iría todo mucho mejor si no bebieran, pero conservan el lavado de cerebro. Creen que están perdiendo un verdadero amigo, a un apoyo.
Algunos consiguen escapar, pero jamás se sienten libres del todo: siguen siendo vulnerables. El problema es que siguen rodeados por la demoníaca bebida y el lavado de cerebro sigue siendo tan fuerte como siempre. Tan solo se necesita la tragedia de tomar un único sorbo y en nada de tiempo se volverán a encontrar en el pozo, pero en el fondo del pozo. Si muere un enemigo no hay nada que llorar.
Al contrario, puedes empezar a alegrarte en el mismo momento en que muere y puedes seguir alegrándote durante el reto de tu vida. Es decisión tuya. Puedes pasarte los próximos días llorando porque no puedes beber. O durante el resto de tu vida, cada vez que surja el tema del alcohol, puedes pensar: ¡ALELUYA! ¡SOY LIBRE!.
10. No alteres tu vida de ninguna manera solo porque hayas dejado de beber.
Algunos «expertos» aconsejan que evites ir a bares, restaurantes, y la compañía de amigos bebedores y otras situaciones en las que te podrías sentir tentado. Con estas tácticas no me extraña que a los bebedores les resulte tan difícil dejar el alcohol. La mejor estrategia es ir al bar o a una fiesta inmediatamente; demostrarte a ti mismo que no tienes que esperar para poder pasarlo bien sin beber.
Da igual que seas el único que no bebe en esa fiesta. Se ha entablado una eterna batalla encubierta entre los bebedores y los no bebedores. Los bebedores que te quieren estarán encantados de que hayas dejado de beber, pero parte de su cerebro te odiara por haberlo dejado. Sentirán que tu realmente eres libre y eso les hará sentirse inseguros. En esa batalla, el no bebedor lleva una mano con cuatro ases. El bebedor no tiene ni una pareja de doses. En esas ocasiones es cuando puede que te olvides de que has dejado de beber.
Acabas de explicar lo bien que te sientes desde que has dejado el alcohol. Alguien te pregunta qué quieres tomar, y sin pensarlo, respondes, «beberé lo de siempre». Te sientes absolutamente ridículo y las mofas de tus amigos no ayudan. Es en estas ocasiones cuando puedes empezar a dudar si realmente eres libre. No te preocupes. El hecho de que te hayas olvidado de que has dejado de beber -rodeado por bebedores y en una situación en las que hubieras bebido anteriormente- es la demostración de que no te preocupa.
Pero no te quedes ahí parado, tan serio. Diles a esos bebedores: «¿Sabéis? Estoy tan relajado que me había olvidado de que he dejado de beber. deberíais probarlo». Te garantizo que empezaran a comprender lo mucho que los estás disfrutando, y les transmitirás que ellos también pueden dejarlo. Ellos esperan que te sientas desgraciado, y cuando vean que te sientes relajado y feliz, pensaran que eres un superhombre. Y lo que es todavía más importante, ¡Tú te sentirás como un superhombre!.
11. Resiste la tentación de convertir a tus amigos.
Cuando eres realmente libre lo natural es que quieras ayudar a tus amigos a escapar. También te puedes sentir tentado a explicar los verdaderos hechos sobre el alcohol como una maniobra defensiva en la lucha que mantenéis tu y tus amigos bebedores. Intenta resistir la tentación. Solo provocará una discusión encendida, te causará frustración y hará que a tus amigos les resulte mas difícil dejar de beber.
Intentar convencer a un bebedor que no conoce la trampa de que deje de beber es como intentar meter en un ascensor pequeño a una persona que sufre de claustrofobia. No obstante, descubrirás que empiezan a hacer preguntas cuando se dan cuenta de que tu realmente te has liberado.
Eso significa que ellos también desearían ser libres. Ahora no estás actuando dominado por el pánico, sino con una mente abierta. Aun así, ve poco a poco. Ahora puedes obtener casi tanto placer ayudando a alguien a escapar como el que sentiste cuando escapaste tu.
12. Es posible alterar las partes de tu estilo de vida que no te gustan.
Puede que esto contradiga la instrucción número diez. Déjame poner un ejemplo. Evita a los amigos bebedores, pero no a los amigos que beben. Quizá debería explicar mejor este concepto. No cambies ni evites a un amigo porque beba. Si lo hicieras, estarás haciendo un verdadero sacrificio.
Pero si, por ejemplo, tenias las costumbre de pasarte por el bar después del trabajo para tomarte una copa, lo más probable es que te hayas hecho amigo de almas perdidas como tu. Si vuestro único interés común era beber alcohol, seguir con esa costumbre no haría más que frustrarte y aburrirte. Pero si lo que te gustaba era jugar una partida de dardos o de billar en el local y quieres seguir haciéndolo, no hay ningún problema.
Hazlo. Cuando te hayas quitado el gnomo de encima, lo más probable es que te des cuenta de que tenías la costumbre de perder demasiado tiempo. Al principio puede que no sepas como llenar ese tiempo. No te preocupes por eso. Nunca se puede tener demasiado de cuatro cosas: tiempo, energía, amor y dinero. El alcohol destroza todas esas cosas. Ahora tendrás más cantidad de todo eso. Empléalo sabiamente en actividades que te proporcionen un auténtico placer.
Disfruta del reto de reestructurar tu vida. A mi me gusta hacer ejercicio diario, no porque haya dejado de beber, sino por un motivo mas egoísta: todos los aspectos de tu vida son más placenteros si te sientes en forma y tienes salud. No confundas emplear tu tiempo en algo útil con sustitutos.
13. No utilices sustitutos, tanto si ese sustituto es una actividad, una bebida no alcohólica, un objeto,comida o cualquier otra cosa.
Debo dejarlo bien claro. No te estoy diciendo que no comas; tampoco te estoy diciendo que no bebas. Lo que te estoy diciendo es que no uses un exceso de comida o de bebidas no alcohólicas como sustitutos para el alcohol. Si disfrutas con alguna actividad en particular, ¡Practícala!.
Pero hazlo porque te gusta, no porque sea un sustituto a beber alcohol. El mero hecho de utilizar un sustituto hace que subconscientemente pienses que estás haciendo un sacrificio. Metete bien en la cabeza que no necesitas sustitutos. Beber alcohol no llenó el vacío que había en tu vida. Al contrario, creo ese vacío. Cuando te repones de un brote de gripe, ¿buscas otra enfermedad para que ocupe su lugar? Tu objetivo es liberarte de dos monstruos.
El pequeño monstruo es tan leves que no supone ningún problema. El verdadero problema es El Gran Monstruo que está en tu cerebro. Sabes que no necesitabas beber alcohol antes de que te engancharás. La clave de todo es demostrarte a ti mismo lo antes posible que puedes disfrutar de la vida y enfrentarte a ella sin beber alcohol.
14. Disfruta rompiendo falsas asociaciones.
Hubo una época en la que no podía imaginar una boda, una fiesta, unas vacaciones, unas navidades, un partido de golf o incluso una comida sin el alcohol. La verdad es que no me podía imaginar la vida sin alcohol.
Realmente creía que, si alguna vez conseguía dejar de beber, mas me valdría pasar el resto de mi vida en un monasterio. Pero todas esas cosas que he mencionado son ocasiones agradables por si mismas.
Sin embargo, si te dices a ti mismo que no podrás disfrutarlas sin envenenarte y sin embriagarte, entonces no podrás disfrutarlas. No solo es agradable eliminar el veneno que hay en tu cuerpo, sino que puede ser aún más agradable romper las asociaciones y liberarte de la esclavitud de la mente. Es fundamental que rompas las asociaciones falsas ahora mismo.
15. Nunca envidies a los bebedores.
Todos padecen una enfermedad llamada alcoholismo. El hecho es que lo ignoran y que siguen así durante el resto de su vida. Ellos se lo pierden. ¿Envidiarías a alguien que fuera portador del sida pero lo ignorara? Debes tener muy claro que cuando alguien bebe alcohol, sea cual sea la ocasión, no bebe porque quiera hacerlo sino porque ha sido víctima de un timo muy ingenioso.
También recuerda que no te estás privando de nada. Eso es lo que les ocurre a los bebedores: se están privando de su salud, su dinero, su energía, su valor, su concentración, el respeto por sí mismos, su tranquilidad y su liberación.
Beber bebidas alcohólicas no es más que adicción al alcohol. No se te ocurriría envidiar a un adicto a la heroína. La heroína mata a un número más pequeño en el Reino Unido comparado con la cifra de muertos a causa del alcohol: 40.000 al año. Como todas las drogadicciones, el alcoholismo no mejora, sigue empeorando.
Tengo noticias maravillosas para ti.
Estás a punto de tomarte la única bebida alcohólica que puede hacerte realmente feliz.
¡Brindo por tu última copa!

wooo mw wncanto todo lo ke lei super te hace hacer conciencia
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Me parece perfecto, es lo que hago, sigo con mis amigos, pero con cuidado, no son alcoholicos, pero unos traguitos de más les sueltan, cuesta pero ahora vienen las navidades y vuelvo a España pero estoy de lo más contenta, si he tenido que decir no a un par de fin de semanas que prometían de más y simplemente me he quedado tranquila, no quiero sacar al gnomo de paseo, es muy pronto!!! Me alegro de haberos encontrado!!!
Y hago más cosas de día!!!
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Excelente comienzo
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Este señor es un crack, gracias a su libro «Es fácil dejar de fumar si sabes cómo» llevo ya un año y 3 meses sin fumar. Después de leer estas instrucciones, me estoy dando cuenta de lo engañada que me siento por las adicciones porque no las dejas por el miedo de que te estás privando de algo o haciendo algún tipo de sacrificio y en realidad no es asi, es un pez que se muerde la cola. Todo está en la cabeza. Tarde o temprano El alcohol solo trae problemas. Hay que valorar como somos cuando estamos sobrios y no dejarse llevar por las falsas creencias que se generan en la cabeza cuando bebemos alcohol. Gracias por compartir esta información.
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