A día de hoy, los días siguen pasando y los fines de semana sin beber alcohol ya se cuentan con los dedos de la mano, … nuestra satisfacción aumenta proporcionalmente a nuestra confianza y además, nuestra autoestima se eleva a cotas ya olvidadas, … de todo ello nos congratulamos todos y cada uno de los tripulantes de esta nave en su particular singladura de VIVIRSINBEBER.
Así como sumamos días en absoluta sobriedad y consciencia, sumamos “retos” superados. Primero fue el reto de “un fin de semana sin beber” (grumete), luego fue el reto de “21 días sin alcohol” (marinero), enseguida llegó el reto de “3 meses” (timonel) y para algunos tripulantes “6 meses sobrios” (contramaestre), … pero en estos momentos se acerca por proa el reto quizás más duro de todos, equiparable en nuestra “metáfora náutica” a “doblar el cabo de hornos”; momento en el cual todo marinero que se precie podría lucir un pendiente en su oreja que acreditaba dicha proeza.
Estoy hablando de la NAVIDAD = (casi 15 días ininterrumpidos de fiestas y celebraciones con familiares y amigos, rodeados por todos lados y a todas horas por alcohol). Pero, si algo tiene de bueno este reto, es que conocemos todos los datos necesarios: el día, la hora, el lugar, los “actores” que intervienen, las circunstancias a favor y en contra, las consecuencias, etc, etc.
No por mejor conocido es el más fácil de superar, más bien todo lo contrario: la NAVIDAD es la mayor concentración de festejos de todo el año: familiares (comida y cena del día de navidad, de fin de año, de año nuevo y de reyes), laborales (comidas o cenas de empresa con los compañeros de trabajo) y amigos (los fines de fiesta siempre son con los amigos). Escenario de encuentros, reencuentros y desencuentros; emociones desbordadas por la imposición social de celebrar, de sentirse feliz, de consumir, etc. y muchas veces no solo no tienes ganas de acudir a estos eventos navideños, si no que no te gustan en absoluto.
El único “actor” presente en todos y cada uno de estos festejos es el ALCOHOL en todas sus variantes, colores y graduaciones. El alcohol es el nexo de unión entre las personas en estas fechas de celebración y es precisamente por esta “omnipresencia” en todo momento y lugar del alcohol que, para nosotros, se convierte en el MAYOR RETO DEL AÑO, el mayor desafío a nuestra decisión y diario VIVIRSINBEBER.
Debemos tratarlo como tal y no confiarnos ni dejar nada al azar, pues nos jugamos todo el esfuerzo y el trabajo realizado con anterioridad, nuestros proyectos y sueños realizados con tanta ilusión y cariño. Debemos preparar las estrategias necesarias para sobrevivir a tanta tentación, a tanta insistencia por parte de los demás familiares y/o amigos a que brindemos aunque sea una sola vez, que no lo hagamos con “agua” que trae “mala suerte”, etc, etc. Estrategias para superar tantas horas sentados a la mesa con todo su protocolo festivo, siempre rodeado de botellas abiertas y un sin fin más por abrir.
DE NÁUFRAGO A NAVEGANTE 