
Desde el día que nacemos, hasta el día que morimos lo único permanente es el CAMBIO.
Hay cambios inevitables que son los que no decidimos. Los que tienen que ver con la evolución propia de nuestro cuerpo y de nuestra historia …
(No elegimos cuánto llegará a ser nuestra estatura, no elegimos la aparición de nuestras arrugas o quedarnos sin pelo, no elegimos el fallecimiento de un familiar , no elegimos la aparición de una enfermedad, etc)
Entonces, hay cambios que podremos elegir y otros que no. Pero frente a esta limitación:
SIEMPRE PODREMOS CAMBIAR NUESTRA ACTITUD
(No es lo mismo enfrentar una enfermedad o una adicción con una actitud negativa que con optimismo)
Por otra parte, cuando hablamos de cambiar un hábito también hablamos de muchos cambios que están vinculados con nuestro MALESTAR.
Sólo cuando sentimos cierto malestar, cierta DEPENDENCIA nos empezamos a cuestionar y nos planteamos la posibilidad de cambiar.
El cambio como proceso interno, comienza con un CUESTIONAMIENTO PERSONAL:
“No estoy conforme con mi vida”
“Me siento insatisfecho”
“Esto no me hace bien …”
Cada uno tiene su propio planteo interior.
El cambio como proceso interno se genera a partir de una MOTIVACIÓN PERSONAL:
“¿Por qué quiero cambiar?”
“¿Para qué quiero cambiar?”
El cambio como proceso interno requiere de una buena cuota de CONFIANZA PERSONAL:
“¿Podré lograr lo que me propongo?”
“soy capaz de lograrlo”
“yo puedo cambiar”
El cambio como proceso interno impone antes que nada REGISTRAR el problema:
• Definir mi propio malestar personal
• Asumir las consecuencias de mis actos
… y posteriormente VISLUMBRAR una solución:
• Buscar ayuda
• Definir un plan de acción posible
entonces y llegados a este punto, sabiendo a dónde queremos ir debemos primero saber DÓNDE nos encontramos, debemos ubicarnos en qué etapa del “proceso de cambio” nos encontramos.
Etapas del Proceso de Cambio
La primera de las seis etapas es la pre-consideración. en ella, el cambio parece demasiado difícil y se evita. En la segunda etapa, llamada de consideración, la personas desarrolla el deseo de cambiar, pero no sabe cómo hacerlo. En la etapa de preparación, el sujeto elabora un plan para cambiar, se aplicará en la etapa de acción. En la quinta etapa, de de conservación, se consolidan los logros obtenidos y la sexta, conclusión, se presenta cuando los nuevos hábitos ya se han establecido y concluyen los esfuerzos por cambiar.
Cualquier persona que trate cambiar pasa por estas etapas antes de completar el proceso. Estas etapas son fijas y las experimentarás cada vez que intentes cambiar. Es posible quedarse “bloqueado” en una etapa, con lo cual la continuidad del proceso se interrumpe. asimismo, se puede omitir una etapa o dos si el proceso se considera demasiado difícil. A continuación se describen con detalle cada una de las etapas. para tener éxito en cualquier proceso de cambio es preciso reconocer la etapa del cambio en la que uno se encuentra y también es necesario elegir las técnicas más adecuadas para pasar a la siguiente fase.
1.- Pre-Consideración
No hay intención de cambiar; en cambio, hay factores externos que incitan a la reflexión pero aún no hay consideración de cambio posible.
Quienes se encuentran en esta etapa se resisten a emprender acciones encaminadas al cambio e incluso niegan la existencia del problema. estas personas tienden a racionalizar los problemas y atribuírselos a los demás. Quienes están en esta etapa se resisten a reconocer el problema y la necesidad de cambio. Esta actitud se modifica solamente a causa de alguna fuerza exterior. Las fuerzas que inician el cambio generalmente son producto del mal hábito, los aniversarios, cumpleaños y otras fechas importantes también contribuyen a vencer la resistencia. El inicio de un nuevo año siempre se ha asociado con los propósitos de cambio. El matrimonio o el divorcio también ayudan a que las personas modifiquen algún aspecto de su conducta.
Resulta útil comprender esta primera etapa de pre-consideración, en la que es indispensable que fortalezcas tu motivación para cambiar.
2.- Consideración
Se detecta un problema y se considera la posibilidad de cambiar. Se piensan los costos y los beneficios de cambiar. Período de ambivalencia.
En cualquier esfuerzo por cambiar, el conocimiento del problema es muy importante. Sin embargo, es necesario estar en guardia para no prolongar excesivamente esta etapa. En un estudio realizado entre personas que deseaban dejar de fumar se descubrió que por término medio, la gente pasa dos años considerando la posibilidad de dejar el tabaco antes de emprender ninguna acción concreta. Las personas que están en esta etapa buscan ávidamente información acerca de su problema y se muestran deseosos de leer y hablar acerca del mismo. Leer y hablar incesantemente del problema conduce a lo que se conoce como “parálisis analítica”, en la que los esfuerzos por cambiar se posponen hasta que el análisis del problema sea perfecto o esté completo.
El cambio siempre es difícil. Evidentemente, permanecer mucho tiempo en la etapa de consideración es una alternativa segura contra el miedo al cambio. El paso a la siguiente etapa se da cuando uno deja de ocuparse del pasado (es decir, del problema) y comienza a ocuparse del futuro (la solución).
Para lograr este avance, debes aprender a manejar la ansiedad que produce el cambio. Cuando pases de la etapa de consideración a la de preparación, la motivación para el cambio es muy importante.
3.- Preparación
Existe una actitud concreta para comprometerse a cambiar.
Se consideran las acciones posibles para generar el cambio.
Hay deseo de cambio.
En esta etapa comienza la actividad para el cambio y surgen las esperanzas. La etapa de preparación es el momento de tomar decisiones y de comprometerse. Vas a tener que analizar diferentes técnicas de cambio y deberás elegir aquellas que se adapten mejor a tu problema. Este proceso de toma de decisiones requiere de tu participación activa. Al final contarás con un plan completo, que podrás poner en práctica en la siguiente etapa. El último paso de la etapa de preparación es comprometerse a actuar.
4.- Acción
Se considera un plan para llevar adelante el cambio.
Es un período de toma de decisiones.
Se pasa del pensamiento a la conducta.
Esta etapa se caracteriza por una gran actividad encaminada a lograr el cambio. Una conducta tan diferente a la habitual generalmente llama la atención de las personas que te rodean. con frecuencia, dichas personas hacen comentarios acerca del cambio, que a veces resultan molestos, especialmente cuando estamos experimentando con nuevos patrones de conducta. Incluso comentarios mejor intencionados pueden aumentar el nivel de ansiedad provocado por el propio cambio.
Asimismo, es importante combatir los pensamientos que interfieran con el logro del objetivo y no dejarse vencer por el estrés producido por el cambio de conducta.
5.- Conservación
Etapa de adaptación al cambio.
Se refuerza el logro, a través del círculo de retroalimentación.
Sólo puede sostenerse el cambio, en la medida que se consolida como hábito positivo.
Las recaídas suelen estar provocadas por la presión social (sentarse con sus amigos en el bar para beber), por situaciones internas (confiarse demasiado) y por situaciones fuera de nuestro control (la enfermedad de un amigo).
En la etapa de conservación no es necesario aplicar técnicas nuevas. simplemente hay que tener en cuenta las circunstancias que suelen provocar las recaídas. Una pequeña dósis de humildad en relación con la dificultad del cambio nunca viene mal. Para conservar tu nueva conducta, te resultará útil la práctica constante de pensamientos claros y racionales.
6.- Conclusión
Esta es la etapa final del proceso de cambio; en ella, concluirás el proceso de eliminar el mal hábito”. Habrás logrado enfrentarte al miedo con éxito y actuar en consecuencia.
La etapa de conclusión es la meta de todo el esfuerzo. Se puede alcanzar, pero la mayoría de las personas no llegan a ella en el primer intento ni tampoco en el segundo. Se calcula que sólo un 20% tiene éxito en su primer intento de cambio. Lo más frecuente es tener que recorrer nuevamente todas las etapas del cambio. Si sufres una recaída, no será necesario que vuelvas a la etapa de pre-consideración. posiblemente vuelvas a la etapa de consideración a fin de evaluar tus motivaciones, o a la etapa de preparación, para trazarte un nuevo plan.
Siempre y cuando se tenga determinación, conocimientos y un plan, se puede alcanzar sin problema la etapa de conclusión.
En todas las etapas del cambio es muy importante contar con el apoyo y la ayuda de los demás. La colaboración de amigos o desconocidos, familia, compañeros de trabajo o un terapeuta resulta de gran valor. Es importante que estas personas sean cálidas, razonables y que estén comprometidas. Asimismo, la sinceridad es clave para establecer una relación de apoyo. Necesitas a alguien que te diga la verdad de manera suave y cariñosa.
Los conocimientos acerca de las etapas del cambio siempre constituyen una información novedosa y emocionante para las personas que desean cambiar. Saber exactamente donde te encuentras con relación al proceso de cambio te dará seguridad en medio de una experiencia que puede resultar desconcertante. Asimismo, al conocer los riesgos que te vas a encontrar en cada una de las etapas, estarás mejor preparado para afrontarlos. Conociendo los mecanismos del cambio y estando preparado para el mismo, tus oportunidades de alcanzar el éxito se incrementan considerablemente.
ES MUY IMPORTANTE EVALUAR EN QUÉ ETAPA DEL CAMBIO NOS ENCONTRAMOS.
TENEMOS QUE RESPETAR NUESTROS PROPIOS PROCESOS INTERNOS Y CONOCERLOS PARA TENER MAYORES POSIBILIDADES DE ÉXITO.
ES MUY IMPORTANTE TENER UNA ACTITUD REALISTA.
ACEPTAR AQUELLAS COSAS QUE NO PODEMOS CAMBIAR. ASÍ COMO, TENER VALOR Y CORAJE PARA CAMBIAR AQUELLO QUE SÍ PODEMOS CAMBIAR Y ESTAR MUY ATENTOS PARA PODER RECONOCER LA DIFERENCIA.
ACEPTAR LA REALIDAD NO ES RESIGNARSE.
ACEPTAR LA REALIDAD ES PONER TODO DE UNO PARA TENER LA MEJOR VIDA POSIBLE.
Y TÚ, … ¿EN QUÉ ETAPA TE ENCUENTRAS?
Bibliografía:
- Modelo Transteórico (Prochaska – Di Clementi) 1982
- ¡Hazlo ya!, … no lo dejes para mañana (Dra. M. Susan Roberts)