Mi reflexión de hoy: Niveles de alcoholismo y prejuicios..

En realidad yo empiezo a escribir para vaciar un poco mi cabeza y verlo desde otro lado, pero luego me entran ganas de contarlo. Por cierto me gustaba más escribir con lápiz y papel, pero le estoy cogiendo el gusto a escribir en la tablet o en el ordenador.

Hoy he ido a tomar algo con una amiga, hacia tiempo que no quedábamos, se ha sorprendido de que hubiera dejado de beber, me ha preguntado si he dejado de beber un poco y sólo lo hago de vez en cuando, y ante mi respuesta de que lo he dejado del todo, sus palabras han sido «es que claro si dices que has dejado de beber parece que bebieras cada día, y que … fueras una alcohólica»

Yo le he explicado que la cuestión no era tanto de si bebía a diario, sino de que cuando empezaba raramente paraba (lo raro es que eso ella ya lo sabía, lo de empezar y no parar).

Ha sido un poco extraño, me he tomado una Free Daam, y ella una Estrella, estoy segura de que si yo me hubiera tomado una estrella, nos hubiéramos liado las dos. Me he visto un poco a mi misma hace tiempo, cuando todavía podía parar salvo en alguna ocasión que me juntaba con alguien igual que yo. (En los últimos tiempos, daba igual con quien me juntara, el final siempre era el mismo aunque me quedara sola).

Realmente yo he dejado de beber, tenía un problema con la bebida, pero eso es ser alcohólico?

En realidad no me importa, la palabra es fea, prefiero problema. Y al contarlo a otro, es como si se le olvidaran todas las veces que te han visto en mal estado por el alcohol.

Como contraste el que haya dejado de fumar le ha  parecido bien, y se ha interesado en el proceso.

Y lo peor de todo es que en el fondo yo tengo las mismas ideas en la cabeza, sólo opino distinto ahora porque lo estoy viviendo.

Me ha gustado explicarle a mi amiga estos cambios, me ha hecho también pensar en cómo lo veo yo y en mis propios prejuicios.

Tendría que haber una escala en el alcoholismo? No tranquila que sólo soy nivel dos o uno o … hasta el cinco … no hay problema.

Bueno pues después de estar escribiendo esto me doy cuenta que me da vergüenza reconocer que he tenido que dejar de beber, pero … ¡Con la vergüenza ni se come ni se almuerza!

Y hasta aquí mi reflexión de hoy.

Un abrazo.