
ESCRIBE SOBRE TU EXPERIENCIA CON EL ODIO
Odias tu trabajo o a tu jefe, odias algún familiar o algún amigo, odias la vida que llevas o incluso a ti mismo.
Características del Texto:
Es habitual que a una consulta de Psicología a menudo lleguen personas que dicen odiar o sentir rencor hacia su ex pareja, el hijo o el padre que le abandonó, los políticos, los curas, los extranjeros… En fin, la lista de personas que se pueden odiar es prácticamente infinita e incluso te puedes llegar odiar a ti mismo.
Muchas veces estas personas tienen una razón de base, de una u otra forma, se han sentido abandonados o engañados y esto ha despertado ese sentimiento negativo tan fuerte. Lo curioso por repetitivo, es que todos ellos piensan que al odiar, le están haciendo daño al otro y no se dan cuenta de que se están haciendo daño a sí mismos.
El ODIO crece, nace y muere en ti, puesto que cuando odiamos a alguien el odio se queda en nuestro interior, porque a la persona a la que odiamos a veces ni siquiera es consciente de que la odiamos, solo nosotros somos conscientes.
Debido a que el odio se cree que es de larga duración, muchos psicólogos consideran que es más una actitud o disposición que un estado emocional temporal. Así mismo, estudios revelan que los sentimientos negativos como la rabia y el odio pueden ser compatibles con la felicidad; es decir, son necesarios para ser feliz.
Manteniendo la perspectiva y sin juzgarte, escribe por favor, sobre tus experiencias personales relacionadas con el odio, el rencor, el resentimiento.
Extensión:
Mínimo 1000 palabras (orientativo)
Duración:
1 semana
Fecha Inicio y Final:
02 Noviembre 2018 | 09 Noviembre 2018
Características Técnicas:
Cuerpo de letra: 12 – Tipografía: Arial – Espaciado: Doble espacio.
Objetivos Generales:
Referido a las personas el ODIO es el sentimiento profundo e intenso de repulsa hacia alguien que provoca el deseo de producirle un daño o de que le ocurra alguna desgracia. Referido a las cosas es la aversión o repugnancia violenta hacia una cosa que provoca su rechazo. Así mismo, ODIAR es la acción de sentir odio o repulsa hacia alguien o aborrecer algo.
A diferencia de la agresividad o la ira, que las especies ponen en marcha por supervivencia, odiar / detestar no tiene una clara finalidad biológica y mientras que la ira es una emoción básica, necesaria para sobrevivir, el odio es una emoción construida culturalmente, convirtiéndolo en un sentimiento exclusivamente humano.
El odio deja huella en nuestro cerebro y como el rencor, son sentimientos muy profundos que se arraigan y terminan desequilibrando nuestra mente y cuerpo. Porque cualquier sentimiento negativo que experimentemos, sobre todo si está presente durante años, termina pasándonos la cuenta y volviéndose contra nosotros; y ésto, prácticamente todos nosotros lo hemos experimentado alguna vez en carne propia.
Como casi todo en esta vida, el odio también se puede eliminar: Hablar con la persona que te ha ofendido y contarle cómo te has sentido. Aceptar la imperfección. No convertirse en juez. Aceptar que todo cambia y para cerrar el círculo, Aprender a dejar ir sin duda te puede ayudar y más si es por escrito. Y en esos casos, lo mejor para dejar ir definitivamente el rencor y el odio es el perdón, pedir perdón por sentir odio. ¿Serás capaz de perdonarte?
🙂
Gracias por PERDONAR
Reto 52 Semanas de Escritura | Propuesta Semana 19 ∼ ESCRIBE SOBRE TU EXPERIENCIA CON EL ODIO
¿Qué es el odio?
Sentir antipatía, aversión hacia alguien, deseándole el mal.
Mi experiencia con el odio…ojalá ni siquiera existiera, pero existe. Y reconozco que en alguna ocasión he sentido antipatía, aversión, hacia alguien. También en alguna ocasión he deseado el mal a alguien. Desear el mal, desearle a otro ser humano algo que para ti mismo no quisieras, que despropósito, no sirve para nada…venganza, rencor, ajuste de cuentas. ¿A quién le sirve? A tí no te sirve, parece que sí, que sea un desahogo, un alivio, hacer justicia, pero el odio en sí, lo que tú sientes en tu corazón, no sirve, no le causa ningún beneficio a nadie y menos a tí que eres el que lo siente. El odio en sí mismo, si no se materializa en hechos solo nos hace daño a nosotros pues la persona odiada no tiene porque enterarse, pero a nosotros nos roba la paz, la tranquilidad, la alegría y el amor.
Cierto es que no podemos escoger que todo el mundo nos sea simpático, hay gente que nos atrae solo con verla, y al revés también, creo que no es posible liberarse de esta especie de química que existe entre nosotros, y que a veces incluso es como un sexto sentido, una intuición que nos sirve para mantenernos alerta y despiertos, sin embargo sí que escogemos desear o no la desgracia, y por supuesto poner estos deseos en práctica iría mucho más allá del odio.
Podemos cuestionarnos a nosotros mismos de donde nos viene esa repulsión, puede ser porque esa persona a quien odiamos nos ha hecho daño y reaccionamos como una defensa. Puede ser porque en esa persona vemos algún comportamiento que reconocemos en nuestro interior más oscuro y no hemos resuelto, y entonces es un recordatorio de nuestra propia frustración. Puede ser por prejuicios aprendidos. Pienso que está bien preguntarnos a nosotros mismos el porqué de ese sentimiento, aunque a veces no sabemos ni explicarlo, a veces es miedo, algo irracional…a mí me va bien intentar cambiarme con el sujeto de mi odio, digo intentar pues a veces es un odio tan visceral que me es imposible, sobre todo cuando es hacia una persona o colectivo que está cometiendo un abuso, sobre todo cuando es alguna situación personal que me atañe a mí o a alguien a quien quiero, gracias a Dios, no puedo decir que odie a nadie en concreto, sí que hay gente a quien no soy capaz de entender y estar cerca me genera malestar, intento evitarla pues no es bueno ni para ellos ni para mí, no nos aportamos nada, no coincidimos.
Ya cuando se trata de colectivos la cosa se complica…de algún modo te tienes que posicionar, implicar, como una guerra, aunque no odies, es o uno u otro.
Ante un ataque, aunque no haya odio, hay que defenderse.
En cualquier caso ojalá no lo hubiera visto nunca, ojalá no lo hubiera conocido, ojalá no lo hubiera sentido nunca y sobre todo ojalá no lo sienta nunca más en mi vida.
Me incomoda, me quita la paz, la alegría, odio no ser capaz de hacer lo que quiero, odio ser perezosa, odio no ser perfecta, odio odiarme, odio que me odies. Me cuesta reconocer que odio. No quiero odiar, pues no me aporta nada que desee… si puedo no odiar, no odiaré más y si no puedo pues miraré al fondo para ver de donde viene…mi odio.
No me gusta odiar, me cuesta admitir que lo hago, me perdono por haberlo hecho, si me perdono, si lo admito, puedo enterderte y perdonarte a ti también.
La vida es muy corta para odiar, es mejor vivir, amar, cantar, reir, ser feliz. 😉
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