
Se acercan las navidades, … ¡Faltan 13 días!
Aunque las calles, comercios, etc ya hace tiempo que están adornados para la ocasión.
A pesar de que se supone que es básicamente una fiesta religiosa, donde se celebra el nacimiento de Jesús de Nazaret, hace mucho que es una celebración más material que espiritual, al menos para la mayoría.
Sé que no voy a escribir nada nuevo, sin embargo para mí es un aprendizaje donde cada «día» me doy cuenta de más cosas.
Se acercan las navidades, … nos reuniremos con nuestras familias, donde a medida que pasa el tiempo van faltando personas queridas, unas faltan por desavenencias, otras faltan porque se han ido a la otra punta del mundo y no pueden volver y otras faltan porque han fallecido, …
En cualquier caso, no siempre es fácil afrontar estas pérdidas y menos fácil aún, que las afrontemos toda la familia a la vez, y además consigamos pasarlo bien, que es lo que se «supone que tenemos que hacer en Navidad»
Y esa es una de la razones para que sea una época fértil para las recaídas y caídas a cualquier adicción. El querer estar a la altura de lo que «nos venden» que tiene que ser la Navidad, casas llenas de gente feliz y sin problemas.
El año pasado fueron mis primeras navidades sin alcohol, ni drogas.
Tenía miedo, me importaba más la puesta en escena, que el hecho en sí de no consumir.
Estuve preparando posibles respuestas para mi negativa a brindar, como que me estaba medicando, etc…
Este año serán mis segundas navidades 00, ahora me importa más estar PRESENTE en estas reuniones y afrontar que no pasa nada si «no lo pasamos todos bien, tal y como se supone tiene que ser», que no pasa nada si alguien o yo misma está triste.
Ahora prefiero vivir y sentir lo que haya, que no drogarme para no sentir dolor o para que solo haya risas.
No quiere decir que no tenga miedo, no subestimo el peligro que se acerca. Pero sin duda alguna estas segundas navidades las prepararé y las viviré de otra manera.
… que no siempre hay que estar contento, que no todos somos iguales, y que lo que nos venden no lo tenemos porque comprar.
Igualmente son un gran reto estas segundas navidades 00.
La ventaja, con respecto al año pasado es mi convicción, el año pasado lo que quería era simplemente conseguir pasarlas sin beber, este año mi reto es estar PRESENTE, y confieso que en principio no tengo muchas ganas aunque a medida que se va acercando la fecha…me voy contagiando un poco del ambiente de reunión y buenos deseos.
¡Felices navidades tripulación!
Mejor si son 00.
😉
«Lo mejor de no doparme de momento es darme cuenta que SOY YO QUIEN DECIDE.»
Saludos Capitana 😉
Una vez al año nos vemos abocados a las Navidades y al aluvión de excesos que trae consigo implícitos.
Las fechas navideñas no solo es una inmensa e imparable «montaña rusa emocional» que nos asegura movimientos internos previsibles e imprevisibles si no que es momento de brindis, celebraciones e ingestas sin fin y para muchos de nosotros, entre los que me incluyo, carentes ya de sentido.
Desde la más tierna infancia y por insistencia a lo largo de los primeros años nos hacen creer en hechos extraordinarias. Hechos y creencias que determinan y condicionan nuestras vidas muy probablemente hasta el final de nuestros días creando una realidad largamente manipulada y unas expectativas de difícil consecución.
Mientras la creencia se impone en nuestro interior más profundo durante los primeros años, la magia y la falta de responsabilidades se instalan en nuestra vida .
Lo peor llega cuando en edad adulta se nos fuerza a vivir un mundo que ya no existe y unas situaciones que ya muchos ni creemos ni deseamos provocando un cúmulo o «ensalada emocional» de difícil digestión.
Decepcionados y desengañados vivimos una vez al año una tradición que lo único que consigue es mantenernos atados al pasado y cometer los mayores despropósitos gastronómicos y sobre todo, en lo referente a las relaciones humanas.
La magia se ha desvanecido y vacíos de ése amor fraternal que según nos han enseñado envuelve a la Navidad nos sentimos ansiosos por no vernos capaces un año más de soportar tamaña sucesión de hipocresía. Desbordados por los mensajes publicitarios que nos invitan a gastar el dinero que has ganado, una sociedad que nos obliga a consumir navegamos a la deriva durante los últimos 15 días de cada año acabando en muchas ocasiones tan borracho que al día siguiente no te recuerdes de lo sucedido.
Hasta aquí nada nuevo.
Creado este vacío en nuestro interior, bien por que ya nos hemos dado cuenta del «truco» que hay detrás de la magia de esta creencia, bien por años de terapia de desprogramación, bien por hartazgo o como bien dices querida Capitana, las personas queridas van desapareciendo, … nos vemos obligados a llenar ese vacío si no queremos morir ahogados o lo que es peor agonizar Navidad tras Navidad.
Toca llenar el vacío y para ello la única opción viable que tenemos es la REDEFINICIÓN.
Toca Redefinir por y para nosotros mismos nuestras creencias, …
Toca Redefinir conceptos tan importantes como la amistad y las relaciones humanas, …
Toca Redefinir las respuestas a las preguntas que otros han contestado por nosotros y en su día nos inculcaron sin elección.
Toca Redefinir nuestra actitud y los valores que cimientan nuestra posición en este mundo.
Toca Redefinir nuestras emociones, sentirlas en verdad, vivir en confianza y serenidad lo que emerja de nuestro interior y lo que venga del exterior.
…
TOCA REDIFINIRTE.
La Redefinición no es labor de un día ni de unas Navidades. Es un poco cada día. Es con cada pensamiento. Es con cada palabra y con cada acción.
No te agobies tratando de mantener las expectativas creadas que ahora ya sabemos que son inalcanzables.
Tu misma te has dado la clave: PRESENTE / PRESENCIA / CONSCIENCIA.
Llámala como quieras pero es la clave y siente lo que tengas que sentir, …
De otra manera la Navidad no dejará de ser un «puro trámite» y la Vida no es un trámite.
Cómo decía Osho: «La vida no es problema a resolver. Es un misterio a descubrir».
1 abrazo grande.
Me gustaMe gusta
Estar Presente! Fue el propósito de la última Navidad y uno para este año 2017, sin duda es un gran reto, continuo con el, unas veces lo consigo aunque la mayoría no, pero no estar pensando excesivamente en ayer o en mañana es la clave para no estar ni triste ni ansiosa.
En ayer lo justo para no olvidar de donde vengo y en mañana lo necesario para ir donde quiero…Equilibrio!
Me gustaMe gusta