
Si a pesar de todos tus esfuerzos, acabas por recaer, sé consciente de que no todo está perdido:
“La recaída es un suceso normal que forma parte integrante del proceso de liberación del alcohol, del tabaco o de cualquier otra adicción”
Como suceso normal que es, debes verlo como una oportunidad de aprender de los errores, de replantear estrategias, de reforzar carencias, de cimentar la base para tomar impulso del siguiente paso, etc. Si quieres sacar el máximo provecho de este suceso estás obligado a volver la vista atrás para analizar y repasar en profundidad el encadenamiento de ideas y de pensamientos que te han llevado a caer en la tentación para finalmente arrastrarte al agujero del cual habías ya logrado salir.
Observar como funciona tu mente e intentar identificar con exactitud los pensamientos y razonamientos que te han llevado a recaer. Identificar las causas que provocan esas sensaciones y emociones, identificar ese repetitivo esquema mental que pone en marcha comportamientos compulsivos y adictivos son premisa indispensable para lograr algún día la sobriedad definitiva. Conocer los mecanismos mentales que suceden en tu cerebro durante el proceso completo de recaída; es decir, desde el momento anterior a la “tentación”, el momento mismo de tomar el primer trago y finalmente hasta el despertar de la consabida “resaca”, … es urgente e imperativo si no la recaída no tendrá utilidad alguna.
Las preguntas adecuadas tienen que ser planteadas, las respuestas oportunas tienen que ser encontradas y las estrategias convenientes tienen que ser aplicadas.
Si no haces este repaso, estas observaciones y estas preguntas dejarás pasar la magnífica oportunidad que tienes para adentrarte de nuevo en lo más profundo de tu ser, de ir justo donde residen tus condicionamientos y las causas de tus adicciones; entonces, todo habrá sido solo un episodio frustrante más para tu ya dilatado historial de despropósitos.
Si no llegas a cabo una introspección, esta vez más profunda y seria, te instalas de nuevo en la Fase 2 de las Fases del Cambio (CONSIDERACIÓN) por tiempo sin definir; evidentemente, permanecer mucho tiempo en la Etapa de Consideración es una alternativa segura y recurrente contra el miedo al cambio. Lo que habrás conseguido es de nuevo repetir esquemas de comportamiento: “esconder la basura debajo de la alfombra” vamos, “basura” que una y mil veces te hará tropezar en la misma piedra, perpetuarte en el victimismo y la mediocridad vital. En tres palabras: CARNE DE RECAÍDA. Desde luego es una opción 😦
Si la RECAÍDA es reciente, de hace sólo unas pocas horas:
¡Ya está!. ¡Lo que tanto temías ha acabado desgraciadamente por producirse!. Atenazado por las ganas, dominado por el estrés, te has tomado unas cervezas e incluso fumando uno o dos cigarrillos para redondear el homenaje. ¡Nada de pánico!, … pues nada se ha perdido: NO POR ELLO TE HAS CONVERTIDO OTRA VEZ EN UN BEBEDOR O EN UN FUMADOR.
Sin embargo, preso de remordimientos y de complejo de culpa, convencido de que ”no vales nada” y de que “no tienes fuerza de voluntad”, te agobias con juicios despectivos que te hunden en un nefasto sentimiento de fracaso.
Pedirte que ceses en este momento de aplicarte cualquier juicio de valor, y métete bien en la cabeza que la recaída forma parte del proceso de abandono del alcohol o del tabaco. Representa tan solo una incidencia en el recorrido y no hay razón alguna para tirar por la borda el deseo de VIVIRSINBEBER o VIVIRSINFUMAR.
Todo lo aprendido no ha sido inútil en absoluto y continúa siendo aprovechable. Prosigue con tu esfuerzo como si nada hubiera pasado y apunta este episodio de recaída en tu DIARIO DE ABSTINENCIA.
Si la RECAÍDA data de varios días o semanas atrás:
¡Te has convertido otra vez en un bebedor!. Has vuelto a tus antiguos hábitos como si nada, sin el menor esfuerzo. A pesar de todo, lo principal es que tampoco te juzgues, pues la mayoría de bebedores o fumadores lo han intentado varias veces antes de lograr la abstinencia definitiva.
Vuelve a tu Diário de Abstinencia, convertido en DIARIO DE UNA RECAÍDA en el interin, añadiendo el “consumo” efectuado y sé consciente de que, durante algún tiempo (días, semanas o meses), has conseguido vivir sin una gota de alcohol en tus venas y sin humo de cigarrillos en tus pulmones. Este resultado no es despreciable y muestra que, tarde o temprano, arribarás con éxito al ansiado final de viaje hacia la libertad.
No dudes en volver a las estrategias anteriores sin desanimarte, no dudes en compartir tus resultados o tus sentimientos. Identifica tus períodos de riesgo con más precisión y presta una atención especial al Diario de Abstinencia en el que apuntas tus pensamientos y emociones, tus síntomas de abstinencia, ideando nuevas estrategias alternativas.
Y si esto no basta. ¡No dudes en pedir ayuda!.
Uno de los modos más útiles de hacer frente a los síntomas de la abstinencia y dar utilidad sin par a los largos días de recaída es apuntarlos uno por uno en un diario. Redacta cada día un texto con los siguientes epígrafes:
Diario de Abstinencia
- Fecha
- Hora
- Consumo
- Síntoma experimentado
- Lugar y actividad en ese momento
- Pensamientos automáticos
- Estrategias adoptadas para hacer frente al síntoma
- Duración del síntoma